COCO, una historia feliz


A la perrera llegó tan asustado que temblaba y mordía. Se defendía de un mal que había dejado de existir.
Ha debido de pasar más de un año hasta que bajara sus defensas. Dejó de ver en las manos humanas el dolor y descubrió las caricias.
COCO ha dejado atrás las injusticias de la calle y las rejas de la perrera. Ahora el color de su vida ha cambiado, ya no es un color frío, sino cálido, como en las fotos.
Queríamos compartir con vosotros su destino, esperando que sea el de muchos otros de nuestros perros necesitados. Este es COCO, esta es su historia.
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