LA HISTORIA DE MARIANO

Afortunadamente, allí le cuidaron hasta que se encontró un poco más fuerte. Después llegó a nosotras.
Muy mimoso y dolorido, iba siempre detrás nuestra para que le acariciaramos.
Sin embargo, tuvo suerte y pronto dejó la perrera. Una familia lo ha adoptado y queremos compartir la enhorabuena con todos vosotros.
En la foto superior, podéis ver a Mariano en la perrera.
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